Andanzas y observaciones
Trabajo, cerros y su explotación
L.C.F
Lamentablemente el campo de Chile se ha convertido en un laboratorio al aire libre donde los agrónomos y los dueños de las tierras han sabido experimentar con los cultivos dando a luz cosas notables y otras no tanto.
La actividad en las tierras, hoy en día, parece concentrarse en la explotación de los cerros, suben maquinas , destruyen la flora y fauna natural e injertan variedades de árboles frutales, que por sí mismos jamás podrían albergar, ejemplo: paltos, limones, naranjos , viñas, etc., así el resultado es un cerro capaz de producir espinos y quillayes en un extremo, paltos o naranjos en otro, es un injerto a gran escala hecho en el cuerpo de un ser vivo capaz de soportar una idea agrícola a la medida de las posibilidades de la tierra. Por necesidad de cumplir las expectativas de un mercado y la necesaria función que cumple el campo como granero de las grandes urbes se ha tenido que cambiar el orden del ecosistema de manera radical y vergonzosa, constituyendo eso, aquel injerto gigante puesto en la tierra, injerto de especies vegetales donde nunca las hubo y por consiguiente quitarle el terreno a las que ya estaban, ¿y para qué? digo yo, si al fin y al cabo la mejor fruta va a parar al extranjero y no a nuestras mesas, y el dinero de las exportaciones tampoco a nuestros bolsillos, ¿o algún lector idiota piensa que en el nuevo Tottus o Lider, ambos de Melipilla, venden fruta de excelencia?, ¿o que la paga de los fundos y exportadoras es proporcional a la bruteza que hay que realizar para que el proyecto de los comerciantes ande?.
Para trabajar en el campo hay que lidiar con la misma naturaleza., con el rayo, el sol, la lluvia, la escarcha, el trueno, más todas las fuerzas del planeta atacando de manera constante los embustes de palas, tijeras, arados, tractores, venenos e inclusive motosierras y artefactos de tecnologías más avanzadas, no es por satanizar la ciencia que explota la tierra, pero uno de los adelantos que ha causado mayor dolor de cabeza y de piernas a los trabajadores, es el riego a goteo, lo que en realidad supone un adelanto y esperanza para la vida en el futuro, también causa un efecto raro en lo que éste produce, es una clase de sentimiento encontrado entre varios factores, pues esta tecnología es ni más ni menos la optimización misma del recurso más preciado, el agua, y eso es una bendición, por así decirlo. Con él se ha podido plantar los cerros más altos e infértiles que existían en Mallarauco, y es en ese hecho donde radica el problema o aquel sentimiento, ya que lo que fue plantado o sembrado es preciso cosecharlo. ¿Y cómo se hace para cosechar paltas que están literalmente en la punta del cerro? ¿Acosta de qué sacrificio se produce un embarque al extranjero? ¿El material humano detrás de la explotación de esta veta, recibe retribución concordante a las utilidades generadas por un productor o exportador?., primero, lo que sea que se plante en un cerro, en la mayoría de los casos, está puesto sobre una especie de lomos de toro gigantes llamados camellones, los camellones son hechos por máquinas durante el proceso de preparación de un cerro antes de ser plantado, estos lomos de toro son hechos para que las raíces del árbol no tengan un contacto traumático con la laja y la humedad se pueda conservar, además, constituyen un grado de dificultad adicional a la hora de desplazarse entre los árboles cuando se cosecha, ya que toda la plantación está puesta sobre ellos, una vez listos los camellones se ponen las mangueras que riegan la plantación y se da comienzo a un sin fin de otras actividades propias del cultivo, que no mencionaré por ahora .
Ya en tiempo de cosecha los trabajadores son transportados en carros conectados a los tractores y dentro de los mismos bins que se ocuparán para ser llenados, la mayoría de las veces sorteando cuestas empinadas y serpenteantes, pues se está en las altitudes, ahí, son puestos en el lugar que se ha de cosechar y el infierno comienza, aunque se está armado con herramientas necesarias para extraer el fruto del árbol la tarea es muy ardua y se necesita ser más que un campesino para llevarla acabo, se necesita ser una mula, deportista de elite, o en su defecto, comando boina negra.
Los dueños de fundos han sabido aprovechar este adelanto y el subsidio que el estado otorga para su implementación, hay una ley aprobada por el congreso nacional, ley 18.450, de fomento al riego (1), lo malo es que no hay una ley de fomento al cosechero o más incentivo que el propio valor del kilo que pone el mercado, si bien un trabajador, en teoría, está salvaguardado por los derechos laborales, en muchos casos hasta que no se accidenta, se pone ojo a que en la práctica se tiene pocas garantías. En esas circunstancias, como no hay más incentivo que cubrir la propia necesidad individual de trabajar, no queda más que poner buena cara y encaramarse sobre el lomo de un cerro empinado a trabajar.
Cada cosechero tiene que subir y bajar constantemente llevando un bolso, "un Capacho" cargado de paltas, transportarlo y vaciarlo en los bins que están ubicados sobre nuestro nivel de trabajo, o bajo nuestro nivel de trabajo. ¡Si!, es demencial la pendiente que tienen los trechos que hay que caminar para poder liberarse de un capacho lleno, generalmente el tractor está esperando en un camino que bordea al cerro y por lógica, entre camino y camino existe plantación en la cuales se está trabajando.
Realizando rutas realmente empinadas, con un capacho de no menos de veinte kilos una vez y otra vez , resolví que la mejor forma de agarrase, era llevando puestos zapatos de fútbol, por ridículo que parezca y soportando las burlas de algunos compañeros me adentré por la orilla de una quebrada en dirección a las faldas del cerro, abajo , debido a la altura todo lo que se podía ver era una especie de mar de hojas de palto que se mecían con el viento, el capacho estaba vacío, así que mi agilidad iba en incremento, la escena, para mí , no tenía mucho que ver con el calvario que estaba viviendo, parece que llevar puestos los zapatos de fútbol me estaba transportando a un contexto que tenía que ver más con una actividad lúdica que con una obligación, entonces en ese estado mental , un poco extasiado e hipnotizado por el ir y venir de las hojas, aquella actividad cobraba otra velocidad, todo me parecía lento o a veces muy rápido, subía y bajaba todo el día, era tanto que en momentos no sabía si estaba subiendo o realmente bajando, ¡la verdad es que sí!, ¡siempre estaba subiendo!, con el capacho lleno o vacío, eso, dependiendo de la ubicación del tractor, si el tractor estaba abajo , debía dirigirme a vaciar con el capacho lleno, y bajar con aquel peso de manera muy cuidadosa para no resbalar o caer , pero como llevaba zapatos de fútbol , ni la mezcla fatal de pasto húmedo e inclinación me hacia resbalar, era solo el agotamiento físico lo que pasaba la cuenta al final del día. Había momentos en que me hubiese quedado a dormir en los colchones de hojas secas que se hacían entre camellón y camellón., entre estas especies de lomos de toros se producía un desnivel en el piso, las hojas que allí caían se transformaban en una resistencia natural a las pisadas, pues el nivel de algunos llegaban a las rodillas, era muy complicado desplazarse así, y bajar a través de ellos era una caja de Pandora, pues no se sabía que saldría desde el fondo de las hojas, a veces, lagartos y culebras, otras veces un cadáver de conejo. A mi me ocurrió que bajando a toda velocidad por un colchón, de súbito y más rápido que mi propio temor, apareciera una estampida de ratones cerro abajo, ese día un alarido demoníaco hizo partir en dos la mañana, ¡que asco!, ¡como me desagradan los ratones y como me desagradaba ese trabajo!, tomé el capacho lleno de paltas y lo tire metros más adelante, con odio incontenible subí por donde había bajado y me marché en busca de otro trabajo, sentía rabia y risa, rabia y risa, lo mismo que me pasa cuando miro los cerros y están todos cubiertos por paltos, YO me pregunto, ¿ hasta dónde van a seguir plantando?, ¿será del todo legítimo arrasar de esa manera con los pocos cerros vírgenes que quedan? , todos los gobiernos han tenido respuestas a estas interrogantes, respuestas basadas en cifras macroeconómicas y en la esperanza que esto constituya, casi a perpetuidad, una fuente de trabajo para las personas que vivan aledañas a los predios, ¡pero que injustas son la matemáticas cuando el que las domina sólo piensa en él!, ¡déjenme reír a carcajadas!, Pues algo me dice que la expresión popular: "está mal pelado el chancho" aquí cobra cierto sentido. Hace poco, en las noticias de Canal Trece se mostró una nota que daba a conocer que en la localidad de El Pimiento, Mallarauco, se obtenía, después de varios años, alumbrado público para las personas que ahí viven, la información presentaba una serie de pequeñas entrevistas apoyadas por un conjunto de imágenes, editadas sobre un relato periodístico conciso y puntual, cosa que la hacía ver como una excelente noticia, y en efecto, si lo es, pero en parte, y aunque en pantalla se vio al alcalde elogiando el hecho, tampoco pude dejar de pensar que hay un doble fondo, que de verdad ello es más bien una mala maqueta de progreso,¡ una incongruencia del porte de un buque!,teniendo en cuenta que éste es el año dos mil diez, ¿cómo es que en esa localidad, que mayoritariamente subsiste gracias a la agricultura de altos estándares no hallan tenido iluminación en todo este tiempo?, dirán que soy comunista, ¡no lo soy!, talvez digan que nada tiene que ver esto, ya que los fundos y exportadoras son propiedad de privados y que un asunto así sólo le compete al estado dar solución, ¡pero déjenme reír a carcajadas por favor!, pues así como el estado da facilidades para que se instalen los privados con un riego que vale millones, también debería acordarse de los pobres hueones que hemos andado cargándoles el capacho para que su libre mercado funcione, para que los gringos y los japoneses coman avocado , lemons , table grapes, and many other kinds of fruits from Chile ¡mierda!, por eso, cuando ellos hablan de cifras , ¡usted no le crea!, nada de los que se dice es totalmente cierto, la verdad es relativa y moldeable como plasticina, la información manipulable y el voto se obtiene con marketing y hasta que no halla un sueldo que a la gente le permita cosechar y pensar, pensar y evolucionar, la actividad seguirá siendo invasiva al medioambiente e infructuosa para las personas, simplemente sin beneficios proporcionales a todos nuestros esfuerzos, ¡hasta luego!. .
